27 noviembre 2019
Acupuntura urbana e iluminación

Hemos entrevistado a Matteo Pettinaroli, cofundador, junto con Irene Bariani, de Needle, un colectivo milanés de jóvenes profesionales que se dedica en particular a los espacios públicos y al diseño participativo.
Su planteamiento se inspira en el método de la acupuntura urbana formulado por el arquitecto brasileño Jaime Lerner y consiste en realizar proyectos a pequeña escala con la ambición de revitalizar no solo el área de intervención, sino también sus alrededores. Needle nace con el objetivo de llevar a cabo intervenciones de regeneración de espacios públicos urbanos capaces de dar respuesta a las necesidades reales de sus habitantes, razón por la cual cada proyecto se define en colaboración con los ayuntamientos y los ciudadanos. Solo a través de la escucha de las comunidades locales se puede, de hecho, garantizar un verdadero beneficio a la ciudad.
Needle es un colectivo nacido en el Politécnico de Milán e inspirado en la Acupuntura urbana de Jaime Lerner. ¿En qué consiste este enfoque proyectual y cuáles son sus principales ventajas con respecto al diseño urbano tradicional?
La idea de Needle nace de un primer estudio sobre las dinámicas urbanas contemporáneas: un renovado activismo cívico, una mayor “apertura” de las Administraciones públicas a experimentar con proyectos alternativos y la gran cantidad de espacios sin verdadera función, inutilizados o degradados, que hay en las ciudades. Estos temas han sido para nosotros el punto de partida que nos ha llevado a trabajar en este mundo, tan complejo como lleno de oportunidades y perspectivas. Jaime Lerner, alcalde de Curitiba (Brasil), proponía ya en los años setenta un modelo de desarrollo urbano puntual, rápido, que supiese hacer frente a las “funciones urbanas ausentes” a través de pequeñas acciones capaces de activar un mecanismo virtuoso de revitalización del contexto. Admiramos este enfoque “experimental” y estamos probando a ponerlo en práctica en las problemáticas que afrontamos y que, en este período, pensamos que pueden recibir también una particular atención y una serie de “facilidades”. Nuestro enfoque se centra así en la activación de “procesos virtuosos” de regeneración urbana: a menudo se trata de espacios públicos, por lo cual hemos desarrollado unas competencias que nos permiten trabajar directamente con los habitantes y entidades de que se trate, activando procesos inclusivos de colaboración que puedan dar respuesta a las necesidades reales de quienes vivan o vayan a vivir en esos espacios. Aplicamos entonces un diseño “ligero”, un “urbanismo táctico”, con objeto de traducir a formas los aspectos identificados: se trata de un diseño incremental hecho de elementos simples, estructuras semi-temporales y de bajo coste con las que buscamos dar nueva acepción a un espacio, obviando así los largos plazos que generalmente requiere un proyecto urbano. Se trata de hacer saltar una primera “chispa” capaz de poner en marcha un motor virtuoso.
¿Puede la iluminación urbana ser una buena acupuntura e incidir positivamente en la calidad de vida de un lugar y en el bienestar de quienes lo habitan?
La luz se considera material de construcción del espacio y en las intervenciones de acupuntura urbana tiene un uso particularmente significativo porque se presta a formar parte de esas acciones “simples” que, a partir de un único “signo”, dan pie a una percepción distinta de un determinado espacio. A la hora de reactivar un espacio, la interacción con la luz permite instaurar nuevas experiencias perceptivas y emocionales marcando diferencias, entablando diálogos o haciendo redescubrir el contexto. Luces y colores, por ejemplo, pueden por sí solos bastar para dar una nueva visibilidad y un nuevo interés a un espacio anónimo, ya sea un espacio sin provecho, un espacio que ha quedado entre edificios, en desuso o que es necesario “reinventar”: a través de estos elementos y un trabajo paralelo de animación social, ya se puede hablar de “Acupuntura urbana”. Una buena iluminación en un espacio público marca el ritmo del tiempo, y junto con otras intervenciones, puede favorecer actividades colectivas, relaciones y comportamientos.
Su enfoque proyectual se basa en el diseño participativo y supone la implicación de las comunidades locales. ¿En qué medida es importante, por otro lado, la colaboración con profesionales de otros sectores para la definición del proyecto? ¿Consideran indispensable la figura de un diseñador de iluminación para el éxito de una intervención de regeneración urbana? ¿Qué dificultades implica la participación de esta figura?
Considerar las intervenciones como procesos en devenir y no como proyectos estáticos significa tener en cuenta muchas temáticas distintas entre sí: técnicas, sociales, económicas, de mantenimiento, legislativas, de relación entre los sectores público y privado, programáticas, etc. La consecuencia es que se hace necesario un diálogo entre distintas figuras profesionales. La luz, como antes he indicado, tiene un papel importante en las intervenciones de regeneración urbana, y la figura del diseñador de iluminación puede ser un recurso muy valioso para abrirse camino entre la maraña de propuestas a disposición, para orientar hacia soluciones conscientes y sostenibles, vinculadas al lugar con intervenciones luminotécnicas diversificadas tanto a nivel técnico como a nivel de percepción. En un proceso de regeneración urbana, la dificultad de la participación no se refiere a la figura del diseñador de iluminación en particular, sino, en general, a identificar las distintas fases, la coordinación y la voluntad de los distintos actores, como los técnicos, los ciudadanos, las asociaciones, los organismos públicos y privados, de querer colaborar en el logro de objetivos comunes. No es fácil, pero ya hay muchos ejemplos positivos en esta dirección. Estoy convencido de que es la línea a seguir con voluntad y decisión.
Info: www.needlecrowd.com